Ingredientes:
- 300 grs de espinacas congeladas
- 125 grs de tofu ahumado
- media cebolla morada
- 2 cucharadas de harina integral de espelta
- 1 cucharada de almidón de maíz (maicena)
- 1 taza de leche vegetal
- nuez moscada
- sal y pimienta
- aceite de oliva virgen
- harina (para hacer la croquetas)
- 2 cucharadas de harina de garbanzo (para rebozar)
- pan rallado (también para rebozar la croquetas)
Preparación:
Cocemos las espinacas en agua con sal. Una vez cocidas las ponemos en un colador para que pierdan la mayor cantidad de agua posible.
Picamos muy finamente la cebolla morada y la sofreímos en un sartén, con un fondo de aceite, hasta que empiece a pocharse.
Después añadimos el tofu desmenuzado y por ultimo las espinacas (muy cortadas).
Diluimos las harinas en la taza de leche vegetal y agregamos a las espinacas. También sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada recién rayada.
Dejamos cocer hasta que la masa espesa.
Volcamos la masa de las croquetas sobre una fuente y la dejamos enfriar en la nevera.
Ponemos harina en un plato y en otro pan rallado.
Preparamos el liquido con la harina de garbanzo añadiendo un pellizco de sal y agregamos agua al mismo tiempo que batimos hasta tener un liquido parecido en consistencia al huevo batido.
Cortamos la masa de las croquetas en cuadrados y le damos forma alargada, las pasamos por harina, después por el liquido de garbanzo y por finalmente por pan rallado.
Freímos las croquetas en abundante aceite bien caliente, hasta que estén doradas, las retiramos de las sartén y las depositamos sobre papel de cocina para que pierdan el exceso de aceite.