- 500 grs de calabaza
- 300 g de harina de fuerza
- 25 g de levadura fresca de panadero
- medio vaso de agua templada
- 1 cucharada de azúcar
- 1 pizca de sal
- ralladura de piel de limón
- azúcar para espolvorear
- aceite para freír
Preparación:
Cortamos la calabaza en trozos y la cocemos al vapor, unos 20 minutos o hasta que este tierna.
La dejamos enfriar y la iremos despegando de la piel y eliminando las semillas y los hilos centrales.
Después la deshacemos completamente con un tenedor.
Ponemos la harina en un cuenco grande. Añadimos la sal, la cucharada de azúcar y la ralladura de limón.
Deshacemos la levadura en el medio vaso de agua templada y la unimos a la harina.
Por ultimo agregamos la calabaza y la integramos a la masa.
Por ultimo agregamos la calabaza y la integramos a la masa.
Tapamos la masa con un paño limpio de la dejamos reposar en un lugar caliente una hora o hasta que haya doblado su volumen.
Calentamos el aceite en una sartén o freidora.
Hacemos los buñuelos cogiendo pequeñas porciones de masa y dándoles forma redondeada (también se le puede hacer un agujero al medio). Para que la masa no se peque a las manos, tendremos cerca un recipiente con agua para remojarnos las manos cada vez que hagamos un buñuelo.
Hacemos los buñuelos cogiendo pequeñas porciones de masa y dándoles forma redondeada (también se le puede hacer un agujero al medio). Para que la masa no se peque a las manos, tendremos cerca un recipiente con agua para remojarnos las manos cada vez que hagamos un buñuelo.
Los freímos en aceite bien caliente, dándole la vuelta para que se doren por ambos lados.
Los sacamos en un plato con papel absorbente y los rebozamos en azúcar
Los sacamos en un plato con papel absorbente y los rebozamos en azúcar